El abuso de derecho es una figura jurídica fundamental para garantizar que los derechos no se conviertan en herramientas de perjuicio hacia terceros. Aunque a primera vista ciertos actos puedan parecer legítimos, cuando se ejercen con la intención de dañar o de forma contraria a la buena fe, se consideran ilícitos. Su regulación en el Código Civil español y su aplicación en ámbitos como el laboral, contractual, de propiedad intelectual o procesal, ponen de manifiesto la importancia de comprender esta figura y sus implicaciones legales en la práctica cotidiana.
¿Qué es el abuso de derecho?
El abuso del derecho es una figura concebida para limitar el ejercicio dañino de estos últimos. Sin ella, cualquier uso en apariencia legítimo con la finalidad de causar un daño sería lícito.
Para determinar el abuso del derecho es necesario acreditar el uso contrario a la buena fe. Si se consigue determinar que la intención principal es generar un daño, el acto u omisión tendría que cesar. Otra forma de abuso de derecho es el uso antisocial o temerario. Este último se aplica especialmente a la hora de iniciar procedimientos judiciales.
El abuso de derecho en el código civil español
El abuso de derecho se encuentra regulado en el artículo 7 del Código Civil. Su apartado segundo da una definición de abuso de derecho relacionada con las exigencias de la buena fe.
Se mencionan varios elementos, pero el abuso de derecho se fundamenta en la intención de quien lo lleva a cabo. Es el elemento subjetivo o conducta del actor la que determina el abuso de derecho en el Código Civil.
¿Cómo se manifiesta el abuso de derecho?
El abuso de derecho puede manifestarse en diferentes ámbitos del tráfico jurídico. Su inclusión en el título preliminar del Código Civil implica su afección a buena parte del ordenamiento jurídico.
Además, el abuso de derecho puede producirse tanto a nivel sustantivo como procesal. Esto implica que la litigación puede constituirse como abuso de derecho si se practica de forma temeraria.
Usar el derecho con fines ajenos a su propósito
Una de las formas que puede tomar el abuso de derecho en el Código Civil es el uso para un fin ajeno. Esto implica en primer lugar un acto jurídico que en apariencia es conforme a la Ley. Sin embargo, tras dicho acto se encuentra una intención completamente distinta, desvinculada de la pretensión que aparenta.
Para dar un ejemplo de abuso de derecho supongamos una parcela contigua a un restaurante. El primero, molesto por la actividad del restaurante, decide colocar residuos en el extremo colindante con el restaurante. El propietario está legitimado por su derecho de propiedad, pero invalidado por la finalidad y su ejercicio antisocial.
Emplear un derecho de forma excesiva o innecesaria
Este tipo de abuso del derecho implica una extralimitación de los usos normales de un derecho. Al extralimitarse en su uso, el derecho pierde su legitimidad y pasa a ser un acto ilícito.
Interponer demandas o recursos sin fundamento
Otra de las cuestiones que puede incurrir en abuso de derecho es la litigación temeraria. La interposición de demandas que carecen de fundamento fáctico o jurídico son contrarias al ejercicio de la tutela judicial efectiva. Esto se considera mala fe procesal, pudiendo incluso sancionarse con multas por parte del tribunal.
Cuando estas actuaciones se producen en el marco de un juicio civil, se configuran como ejemplos claros de mala fe procesal que pueden ser sancionados directamente por el juez.
De este tipo existen multitud de ejemplos de abuso del derecho. Durante el procedimiento, muchos actos procesales pueden considerarse abuso de derecho por mala fe procesal.
Generar daño al contrario sin justificación
También, por norma general, el abuso del derecho alcanza las lesiones ilegítimas de derechos de terceros. Si, en el uso de un derecho, se causa un daño, estos hechos serían contrarios a la buena fe. El daño no tiene que ser necesariamente a la persona, sino que puede ser a bienes o a derechos. En general, se refiere a la lesión del patrimonio de un tercero sin causa legítima del ejercicio del derecho.
¿Cuáles la diferencia entre fraude de ley y abuso de derecho?
Aunque similares en concepto, la figura del fraude de ley y el abuso de derecho tienen algunas diferencias. Como ya se ha explicado, los ejemplos de abuso del derecho son extralimitaciones contrarias a la buena fe. Además, en el abuso del derecho se pretende en muchas ocasiones.
En el fraude de Ley se contraponen dos disposiciones, utilizando una para vulnerar otra. Al igual que en el abuso de derecho, se trata de hechos ilícitos, aun estando a priori amparados. En estos supuestos se utiliza el amparo de una ley para transgredir otra. La primera se viene denominando como norma de cobertura y la segunda norma defraudada.
¿Cómo prevenir el abuso de derecho?
Hay que tener en cuenta que la mayoría de derechos son susceptibles de usarse de forma extralimitada. Hay que partir de la base de que de facto estas situaciones no pueden impedirse, pero sí minorarse. Ciertas actuaciones pueden limitar o blindar contratos frente a los abusos de derecho.
Fomentar la buena fe
Es necesario fomentar en las relaciones contractuales la buena fe. Creando una relación de cierta confianza es posible prevenir el abuso de derecho. De forma genérica, se entiende como actuación de buena fe aquella que es diligente. La buena fe se presume en el Código Civil, y es obligación de todas las partes actuar conforme a ella.
Establecer límites
Otro medio de poner límites al abuso de derecho es señalar límites expresos de forma contractual. Si existe la posibilidad de que un derecho adquirido se use de forma fraudulenta, se deberán estipular límites.
Esto puede ocurrir tanto en derechos adquiridos por ley como por contrato. Para prevenir el abuso de derecho en ambos, es preciso delimitar su alcance. Determinar que conductas o usos específicos se consideraran ilícitos de forma expresa. Así las conductas consideradas abuso de derecho podrán prevenirse o condenarse.
Revisar los derechos
Para evitar que se produzcan abusos de derecho hay que tener en cuenta los derechos que asisten a terceros. Si en el ejercicio de un derecho legítimo se perjudican otros, existe la posibilidad de que se produzca el abuso. Del mismo modo pasaría a la inversa. Si nosotros disponemos de un derecho legítimo que se ve perjudicado, la prueba del abuso de derecho será más sencilla.
Esto no significa que sea necesario una colisión de derechos para que exista esta situación. Sin embargo, la lesión de un derecho reconocido facilita su acreditación y la percepción del abuso. Así mismo, ser titular de un derecho también facilita que el propio sujeto se dé cuenta del abuso del derecho.
Denunciar acciones de abuso
Si se producen abusos de derecho en cualquier ámbito, es importante examinar bien los hechos. En caso de considerar que, pese a ostentar un derecho legítimo, existe una extralimitación, el asesoramiento es crítico. Lo habitual es que ciertos actos sean limítrofes entre la legitimidad y el abuso de derecho.
Dado que el origen de los hechos está en la voluntad de un sujeto, los hechos son los determinantes. Si de los hechos se puede inferir el abuso de derecho, es importante la denuncia de estos por vía jurídica. En primer lugar, se deberá requerir al sujeto para que cese su conducta o bien que repare el daño causado. Si esto no surtiera efecto, habría que estudiar la viabilidad de la vía judicial.
Formar la ética legal
Además de las prevenciones antes mencionada, los abusos de derecho se pueden prevenir mediante concienciación. Si existe la concepción en ciertos sujetos del alcance absoluto y sin límites de un derecho, pueden cometer una extralimitación. Si no se conciencia sobre la ética en el ejercicio de los derechos, pueden producirse resultados negativos. Esto ocurría tanto con quien recibe el daño como con quien cree estar usando un derecho de forma legítima.
El Código Civil, recalca que la ignorancia de una ley no exime de su cumplimiento. Esto aplicado al abuso del derecho implica que, una vez causado un daño, se deberá responder. Si no se conociera que los derechos no tienen alcance ilimitado, esto no exime de la responsabilidad por el daño.
Casos más destacados de abuso de derecho
Las situaciones de abuso de derecho pueden darse en muchos ámbitos cotidianos. Sin embargo, hay algunas situaciones en las que se reiteran con mayor frecuencia. Los ejemplos enunciados a continuación son solo algunos, pero la casuística puede ser muy variada.
En el ámbito laboral
En el ámbito laboral es frecuente que se aprecien situaciones de abuso de derecho. Por ejemplo, que a un trabajador se le cargue con exceso de trabajo puede dar lugar a ello. No obstante, en el ámbito laboral puede cobrar mayor relevancia la intencionalidad del acto de abuso.
Lo anterior es sobre todo a efectos probatorios. Pero, de nuevo, dependerá de la situación que se produzca. Si el abuso de derecho tiene que ver con la carga de trabajo, hará falta prueba adicional. Si esa carga de trabajo implica que se realicen horas extra sin pagar, puede ser más sencilla su acreditación.
En la propiedad intelectual
La propiedad intelectual es otra materia en la que pueden darse situaciones de abuso de derecho. Dado que estos derechos pueden situar a un sujeto en un plano de superioridad, es posible que exista un abuso. Estas situaciones de abuso de derecho, pese a disponer de un derecho de exclusividad, siguen considerándose ilícitas.
Sobre todo, puede darse el caso de que choquen con la regulación de la competencia de mercado. Si a raíz del derecho adquirido se incurre en conductas colusorias, se puede entender existente un abuso de derecho. Algunas de estas conductas colusorias pueden ser influir en los precios o en la libre competencia.
El supuesto típico de abuso de derecho en estos asuntos es que una empresa de registre la marca de su competencia porque se ha enterado de que no está protegida con el único interés de impedir que la siga usando en el mercado.
En contratos de consumo
Los contratos de consumo es un ámbito en los que más se dan los abusos de derecho. Estos ejemplos de abuso de derecho se dan por el elevado número de contratos de consumo que existen.
En estas relaciones jurídicas lo habitual es que el abuso se produzca por parte del empresario vendedor. Esto no obsta para que también se den situaciones en las que el consumidor ejerce un abuso de derecho. Sin embargo, dada la posición de superioridad del empresario, suele ser más habitual lo primero.
En procedimientos judiciales
En los procedimientos judiciales es habitual que puedan darse estas situaciones. Aquí el abuso de derecho se realiza con el derecho a la tutela judicial efectiva. Las leyes procesales suelen regular muchas situaciones de este tipo.
En primer lugar, la litigación temeraria se considera un abuso de derecho. Existe temeridad cuando las demandas carecen de fundamento material o jurídico. También, una vez iniciado el procedimiento, puede existir abuso de derecho a la hora de interponer recursos o escritos. Si se aprecia falta de fundamento o ánimo dilatorio, se entenderá como abuso de derecho y se sancionará. Ánimo dilatorio se refiere a la intención de alargar el procedimiento sin causa alguna para posponer la sentencia.
En procedimientos judiciales hay que tener esto muy presente. Si se produjera alguna situación similar, los jueces podrán imponer sanciones directamente. No sería necesario un proceso nuevo, como sí ocurre en otros abusos de derecho.
En definitiva, el abuso de derecho constituye un límite necesario al ejercicio de facultades jurídicas que, sin control, podrían derivar en daños injustificados y en conductas contrarias a la buena fe. Conocer sus manifestaciones y mecanismos de prevención resulta esencial tanto para particulares como para empresas, especialmente en el ámbito contractual y procesal. Como empresa especializada en derecho civil, ofrecemos asesoramiento integral para detectar, prevenir y actuar frente a situaciones de abuso de derecho, defendiendo siempre los intereses legítimos de nuestros clientes.